El viernes 26 de marzo, los alumnos de 3.⁰ de ESO del IES Luces tuvimos la suerte de asistir a una charla sobre la avispa asiática por parte de Juan Prado. Una exposición oral sobre este tema es sin lugar a duda interesante, ya que se trata de un asunto de actualidad y de importancia, y más aún si quien da la charla es un experto en la materia.
Juan Prado es un maliayo que impartió ni más ni menos que durante 32 años clases de Ganadería en el Instituto de Luces. Actualmente, está jubilado y se dedica a dar charlas sobre la avispa asiática como la que nos ocupa. Comenzó explicándonos brevemente que tras mucho tiempo fauna, flora, clima y medio físico han logrado formar un equilibrio en el medio ambiente. En algunas ocasiones, se introducen especies que no son propias de ese medio, las EE (Especies Exóticas), pero que no tienen por qué suponer un peligro. Sin embargo, dentro de las especies exóticas nos encontramos con las EEI (Especies Exóticas Invasoras), como es el caso de la avispa Velutina. Estas especies son aquellas que, tras introducirse en un entorno, logran adaptarse, reproducirse y dominar ese territorio, suponiendo en muchos casos un peligro para las especies autóctonas. En relación con la avispa asiática, cuando esta no encuentra comida, acude a las flores y se alimenta de los insectos polinizadores autóctonos; por esta razón debemos tratar de erradicar esta especie. Para ello, Juan Prado nos explicó y mostró cómo construir una trampa: es tan sencillo como hacer orificios en una botella que permitan la entrada de la avispa e introducir un líquido en esta para atraería (valdrá con mezclar azúcar, levadura y agua, aunque también se podrán añadir otros ingredientes como bebidas alcohólicas o lavavajillas). La época del año idónea para colocarlas es entre febrero y mayo, ya que la reina se encuentra sola y es vulnerable. También es muy importante situar nuestras trampas en un lugar donde suelan ir las avispas invasoras, como flores, zonas donde da el Sol y zonas próximas al agua. El experto señaló que un error que suele ser muy común a la hora de repartir las trampas es concentrarlas en una misma área. Para evitar esto, Prado nos enseñó una página llamada «Avisap» en la que se pueden registrar las zonas donde hay nidos y trampas. Indudablemente, fue una hora muy aprovechada para adquirir conocimientos sobre el avance de la avispa Velutina en nuestra región y para que podamos aportar nuestro granito de arena a la contención de esta especie invasora.
Informa: RODRIGO OLIVAR.
